jueves, 25 de noviembre de 2010

Del Neoclasicismo a Goya

Neoclasicismo. Fue un movimiento que se produjo en Europa en el siglo XVIII ante los cánones ya agotados del clasicismo, al producirse el desgaste de las culturas barrocas, que aspiraba restaurar el gusto y las normas del clasicismo. En la época neoclásica, el color pasa a un segundo plano y adquiere mucha importancia el dibujo; es decir, el trazo puro, y el color es aplicado sólo como complemento.




Este arte trató de imitar los estilos utilizados antiguamente en Grecia y Roma, por la influencia de los descubrimientos arqueológicos como los de Pompeya y Herculano. En pintura David fue el máximo exponente del neoclasicismo francés, que contó con pintores como Gross, Gèrard, Prud´hon e Ingres, aunque en algunos de ellos ya apuntaba el germen del Romanticismo, movimiento estético que habría de suceder al neoclasicismo.

CARACTERÍSTICAS GENERALES. Inspiración en las obras de la época clásica, que se tienen por perfectas y definitivas. Aspiración a una belleza ideal, nacida de la exacta relación de las partes, según medidas dadas por la razón. En las artes plásticas: dibujo impecable, contornos cerrados, volúmenes modelados de modo que da la ilusión de redondez de los cuerpos; colorido suave y composición simétrica y estática.

ARQUITECTURA: Se caracterizó por la simetría, la elegancia y la sobriedad, el empleo de un solo orden (dórico, jónico o corintio, en lugar de la superposición barroca); además del énfasis sobre los valores lumínicos, la división tripartita de la fachada con tímpano central, la eliminación del color, el gusto por los arcos de triunfo y las columnas conmemorativas.

ESCULTURA: Los escultores centran su interés en los ideales estéticos y los procedimientos técnicos de la estatuaria antigua. El italiano Canova fue el más destacado, seguido del danes Thorvaldsen, educado en Roma; otros representantes de la época son: Bartolini, Rude, Pradler, Flaxman, entre otros.

PINTURA: Tomó como modelo la estatuaria antigua y el siglo XVI italiano (Rafael). El artista que contribuyó de modo definitivo a afirmar el nuevo estilo fue David, quien influyó en artistas franceses de la talla de Ingres, Gerard y Prud´hon. En E.E.U.U. la influencia italiana e inglesa se fundieron.

El nacimiento de la corriente cultural y artística denominada Neoclasicismo en el siglo XVIII se corresponde con una muy profunda revisión de modelos sociales, económicos y políticos que se vive en Europa durante aquellas décadas.

arquitectura neoclásica. Claude-Nicolas Ledoux

Este cambio social europeo se debe a la difusión de las teorías de la Ilustración en todos los ámbitos de la vida. Se revisan y critican los modelos tradicionales y se proyecta una nueva sociedad más justa e igualitaria. Este proceso terminará provocando la caída del Antiguo Régimen.

En el plano cultural y artístico, también se produce este punto de inflexión que terminará conduciendo a la pintura moderna contemporánea.

En este momento, entre los ilustrados se enuncia la convicción absoluta de un conocimiento basado en la razón. En este movimiento de humanismo cultural, también aparece un afán enciclopédico de recoger el saber humano.

En arte y literatura se revisan los valores de la antigüedad desde el punto de vista formal y moral. Se busca un ideal de pureza como defensa y crítica del barroco y rococó, que se consideran artes de lujo artificial.

Neoclasicismo: detalle del Jardín Botánico de Madrid
En este contexto, la antigüedad clásica se convierte en el modelo a seguir. Artistas y aficionados viajarán a Roma para tomar modelos de la antigüedad imperial romana, y Roma se convierte en el centro internacional (Si bien es verdad que muchos modelos se toman del Renacimiento en lugar de observar directamente los edificios de la antigüedad).

En esta revisión de la cultura greco-romana tuvieron importancia los descubrimientos de Pompeya y Herculano y los dibujos de artistas y las teorías de los enciclopedistas (Voltaire, Rosseau, etc.)

Una de las características del neoclasicismo es que en la revisión de las culturas clásicas se concluye la preeminencia de lo griego sobre lo romano. Por ello, en el neoclasicismo, predomina la arquitectura inspirada en Grecia.

Una de las características del neoclasicismo es que en la revisión de las culturas clásicas

Se habla de nuevo estilo, tratado como un resurgimiento y aparición del "verdadero arte". De ahí su nombre: neoclasicismo.

1770 - 24 años
Aníbal contemplando Italia
Material: Óleo sobre lienzo.
Medidas: 33 x 40,5 cm.
Museo: Colección particular. Madrid


1772 - 26 años
Adoración del nombre de Dios
Material: Fresco.
Medidas: 700 cm × 1500 cm.
Museo: Basílica del Pilar. Zaragoza


1788 - 42 años
Carlos III de cazador
Material: Óleo sobre lienzo.
Medidas: 207 x 126 cm.
Museo: Museo del Prado. Madrid


1788 - 42 años
Los duques de Osuna y sus hijos
Material: Óleo sobre lienzo.
Medidas: 225 x 171 cm.
Museo: Museo del Prado. Madrid


1789 - 43 años
La gallina ciega
Material: Óleo sobre lienzo.
Medidas: 269 x 350 cm.
Museo: Museo del Prado. Madrid


1795 - 49 años
La maja desnuda
Material: Óleo sobre lienzo.
Medidas: 95 x 188 cm.
Museo: Museo del Prado. Madrid


1799 - 53 años
El sueño de la razón produce monstruos
Material: Aguafuerte y aguatinta.
Medidas:
Museo: Museo del Prado. Madrid


1800 - 54 años
Ferdinand Guillemardet
Material: Óleos obre lienzo.
Medidas: 186 x 124 cm.
Museo: Museo del Louvre. París


1800 - 54 años
Escena de canibalismo
Material: Óleo sobre tabla.
Medidas: 31 x 45 cm.
Museo: Musée des Beaux-Arts. Besançon


1801 - 55 años
La familia de Carlos IV
Material: Óleo sobre lienzo.
Medidas: 280 x 336 cm.
Museo: Museo del Prado. Madrid


1805 - 59 años
Isabel de Porcel
Material: Oleo sobre lienzo.
Medidas: 82 x 54 cm.
Museo: The National Gallery. Londres


1805 - 59 años
La maja vestida
Material: Óleo sobre lienzo.
Medidas: 95 x 188 cm.
Museo: Museo del Prado. Madrid


1814 - 68 años
Los fusilamientos del 3 de mayo
Material: Óleo sobre lienzo.
Medidas: 268 x 347 cm.
Museo: Museo del Prado. Madrid


1814 - 68 años
La lucha contra los mamelucos
Material: Óleo sobre lienzo.
Medidas: 268 x 347 cm.
Museo: Museo del Prado. Madrid


1814 - 68 años
La fragua
Material: Óleo sobre hojalata.
Medidas: 31 x 40 cm.
Museo: Colección Masaveu


1815 - 69 años
Autorretrato
Material: Óleo sobre tabla.
Medidas: 46 x 35 cm.
Museo: Museo del Prado. Madrid


1815 - 69 años
Aquí tampoco
Material: Grabado.
Medidas:
Museo:


1820 - 74 años
Perro enterrado en la arena
Material: Pintura mural pasada a lienzo.
Medidas: 134 x 80 cm.
Museo: Museo del Prado. Madrid


1823 - 77 años
Dos viejos comiendo sopa
Material: Pintura mural pasada a lienzo.
Medidas: 53 x 85 cm.
Museo: Museo del Prado. Madrid


1823 - 77 años
Saturno devorando un hijo
Material: Pintura mural pasada a lienzo.
Medidas: 146 x 83 cm.
Museo: Museo del Prado. Madrid


1825 - 79 años
Diversión de España
Material: Litografía.
Medidas: 30 x 41 cm.
Museo: Museo Provincial de Huesca


1827 - 81 años
La Lechera de Burdeos
Material: Óleo sobre lienzo.
Medidas: 74 x 68 cm.
Museo: Museo del Prado. Madrid





Pintor y grabador español considerado uno de los grandes maestros de la pintura de su país. Marcado por la obra de Velázquez, habría de influir, a su vez, en Edouard Manet, Pablo Picasso y gran parte de la pintura contemporánea. Formado en un ambiente artístico rococó, evolucionó a un estilo personal y creó obras que, como la famosa El 3 de mayo de 1808, los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío (1814, Museo del Prado, Madrid), siguen causando, hoy día, el mismo impacto que en el momento en que fueron realizadas. Goya nació en la pequeña localidad aragonesa de Fuendetodos (cerca de Zaragoza) el 30 de marzo de 1746. Su padre era pintor y dorador de retablos y su madre descendía de una familia de la pequeña nobleza de Aragón. Poco se sabe de su niñez. Asistió a las Escuelas Pías de Zaragoza y comenzó su formación artística a los 14 años, momento en el que entró como aprendiz en el taller de José Luzán, pintor local competente aunque poco conocido, donde Goya pasó cuatro años. En 1763 el joven artista viajó a Madrid, donde esperaba ganar un premio en la Academia de San Fernando (fundada en 1752). Aunque no consiguió el premio deseado, hizo amistad con otro artista aragonés, Francisco Bayeu, pintor de la corte que trabajaba en el estilo académico introducido en España por el pintor alemán Anton Raphael Mengs. Bayeu (con cuya hermana, Josefa, habría de casarse Goya más adelante) tuvo una enorme influencia en la formación temprana de Goya y a él se debe que participara en un encargo importante, los frescos de la iglesia de la Virgen del Pilar en Zaragoza (1771, 1780-1782), y que se instalara más tarde en la corte. En 1771 fue a Italia donde pasó aproximadamente un año. Su actividad durante esa época es relativamente desconocida, se sabe que pasó algunos meses en Roma y también que participó en un concurso de la Academia de Parma en el que logró una mención. A su vuelta a España, alrededor de 1773, se presentó a varios proyectos para la realización de frescos, entre ellos el de la Cartuja de Aula Dei, cerca de Zaragoza, en 1774, donde sus pinturas prefiguran las de sus mejores frescos realizados en la iglesia de San Antonio de la Florida en Madrid, en 1798, fecha en la que comenzó a hacer grabados partiendo de la obra de Velázquez que, junto con la de Rembrandt, sería fuente de inspiración durante toda su vida.


En 1789 Goya fue nombrado pintor de cámara por Carlos IV y en 1799 ascendió a primer pintor de cámara, decisión que le convirtió en el pintor oficial de Palacio. Goya disfrutó de una posición especial en la corte, hecho que determinó que el Museo del Prado de Madrid heredara una parte muy importante de sus obras, entre las que se incluyen los retratos oficiales y los cuadros de historia. Éstos últimos se basan en su experiencia personal de la guerra y trascienden la representación patriótica y heroica para crear una salvaje denuncia de la crueldad humana. Los cartones para tapices que realizó a finales de la década de 1780 y comienzos de la de 1790 fueron muy apreciados por la visión fresca y amable que ofrecen de la vida cotidiana española. Con ellos revolucionó la industria del tapiz que, hasta ese momento, se había limitado a reproducir fielmente las escenas del pintor flamenco del siglo XVII David Teniers. Algunos de los retratos más hermosos que realizó de sus amigos, de personajes de la corte y de la nobleza datan de la década de 1780. Obras como Carlos III de cazador (1786-1788), Los duques de Osuna y sus hijos (1788) ambos en el Museo del Prado de Madrid, o el cuadro la Marquesa de Pontejos (c. 1786, Galería Nacional, Washington) demuestran que en esa época pintaba con un estilo elegante, que en cierto modo recuerda al de su contemporáneo inglés Thomas Gainsborough. Dos de sus cuadros más famosos, obras maestras del Prado, son, La maja desnuda (1800-1803) y La maja vestida (1800-1803). En el invierno de 1792, en una visita al sur de España, Goya contrajo una grave enfermedad que le dejó totalmente sordo y marcó un punto de inflexión en su expresión artística. Entre 1797 y 1799 dibujó y grabó al aguafuerte la primera de sus grandes series de grabados, Los caprichos, en los que, con profunda ironía, satiriza los defectos sociales y las supersticiones de la época. Series posteriores, como los Desastres de la guerra (1810) y los Disparates (1820-1823), presentan comentarios aún más cáusticos sobre los males y locuras de la humanidad.


Los horrores de la guerra dejaron una profunda huella en Goya, que contempló personalmente las batallas entre soldados franceses y ciudadanos españoles durante los años de la ocupación napoleónica. En 1814 realizó El dos de mayo de 1808, la lucha contra los mamelucos y El tres de mayo de 1808, los fusilamientos en la montaña de Príncipe Pío (ambos en el Museo del Prado). Estas pinturas reflejan el horror y dramatismo de las brutales masacres de grupos de españoles desarmados que luchaban en las calles de Madrid contra los soldados franceses. Ambas están pintadas, como muchas de las últimas obras de Goya, con pinceladas de grueso empaste de tonalidades oscuras y con puntos de amarillo y rojo brillante. Sencillez y honestidad directas también se aprecian en los retratos que pintó en la cúspide de su carrera, como Carlos IV con su familia (1800, Museo del Prado), donde se muestra a la familia real sin la idealización habitual. Las célebres Pinturas negras (c. 1820, Museo del Prado) reciben su nombre por su espantoso contenido y no tanto por su colorido y son las obras más sobresalientes de sus últimos años. Originalmente estaban pintadas al fresco en los muros de la casa que Goya poseía en las afueras de Madrid y fueron trasladadas a lienzo en 1873. Destacan, entre ellas, Saturno devorando a un hijo (c. 1821-1823), Aquelarre (escena sabática) (1821-1823). Predominan los tonos negros, marrones y grises y demuestran que su carácter era cada vez más sombrío. Posiblemente se agravó por la opresiva situación política de España por lo que tras la primera etapa absolutista del rey Fernando VII y el Trienio constitucional (1821-1823), decidió exiliarse a Francia en 1824. En Burdeos trabajó la técnica, entonces nueva, de la litografía, con la que realizó una serie de escenas taurinas, que se consideran entre las mejores litografías que se han hecho. Aunque hizo una breve visita a Madrid en 1826, murió dos años más tarde en el exilio, en Burdeos, el 16 de abril de 1828. Goya no dejó herederos artísticos inmediatos, pero su influencia fue muy fuerte en los grabados y en la pintura de mediados del siglo XIX y en el arte del siglo XX.

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