La escultura barroca española tiene una serie de características propias:
- Predominio de los temas religiosos (En España, como ocurrió durante el Renacimiento, el arte barroco es básicamente religioso).
- Realismo. Para extremar el realismo de las figuras se recurre a postizos como el empleo de pelo real, corona real, ojos y lágrimas de cristal, etc. Se llegaron a crear imágenes de vestir, en las que se realizaban con minuciosidad cabeza, manos y pies para vestirlas con ropa real).
- Empleo de la madera policromada como material preferido.
- El cliente más importante es la Iglesia y en segundo lugar la Corte.
- Las obras decoran retablos, sillerías de coro y los famosos pasos de Semana Santa.
- Se produce la decadencia de la escultura funeraria.
En el Barroco Español es necesario clasificar su arte en diferentes escuelas:
Escuela Barroca de Valladolid
La Escuela de Valladolid se caracteriza por el realismo violento de la escultura religiosa, en el que se exalta el dolor y el patetismo. Su mejor exponente fue Gregorio Fernández
Gregorio Fernández
Gregorio Fernández fue el principal representante de la Escuela Vallisoletana. Esculpe sus obras con un realismo violento y perfección anatómica en los cuerpos, matizando la dureza de los huesos, la tensión de los músculos, la blandura de la carne o la suavidad de la piel. También fue un magnífico policromador.
Algunas de sus obras más importantes son:
Cristo de la Luz
Es una talla de perfección anatómica. Se recrea en el dolor y patetismo de rostro reflejando dolor y sufrimiento con profusión de sangre. Los pliegues son rígidos, al estilo goticista)
La Piedad flanqueada por los dos ladrones
La expresión de la Virgen muestra gran dolor. De nuevo asistimos a una obra donde destaca la perfección anatómica.
Cristo yaciente
Le representación de Cristo muerto es el colmo del patetismo, donde se resalta la emoción de máxima soledad.
Escuela Barroca de Andalucía
La escultura barroca de la Escuela Andaluza, aunque también es realista, emplea un realismo más clásico, más sereno. En esta escuela predomina la técnica del estofado.
Dentro de la escultura barroca andaluza debemos hablar de dos centros: creadores:
- Sevilla. Cuyos principales artistas son Martínez Montañés y Juan de Mesa.
- Granada. Representada por Alonso Cano y Pedro de Mena.
Martínez Montañés
Cristo de la Clemencia
Se trata de la escultura del Crucificado. Sin embargo, en ella no hay realismo violento. Se representa a Cristo aún vivo. También, esta obra denota una gran perfección anatómica.
La Inmaculada
Es una estatua donde La Virgen, idealizada, se encuentra sola representada sobre nubes con ángeles mirando hacia abajo. Su posición es piadosa. María lleva manto amplio hasta los pies, en el que se utiliza la técnica del estofado.
Retablo de Santiponce
La Adoración de los pastores es un altorrelieve de composición bastante simétrica.
Juan de Mesa
El Jesús del Gran Poder
es una escultura de Cristo llevando la cruz, con patética expresión de cansancio y dolor. Se trata de una escultura de vestir.
Alonso Cano
Alonso Cano fue un artista muy completo, lo cual es algo excepcional entre los artistas españoles. Destacó especialmente como escultor, donde se empleó con un gusto clasicista por la belleza y la armonía.
La Inmaculada de la Catedral de Granada
La Virgen es esculpida con rostro joven, mirando hacia abajo y con las manos en actitud piadosa. Lleva un manto azul que se ajusta al cuerpo a manera de huso. Sus pies se apoyan sobre nubes y ángeles.
Otras de las obras de Alonso Cano son la Virgen de la Oliva y el Retablo de Lebrija.
Pedro de Mena
Pedro de Mena fue un escultor tendente a la realización de representaciones místicas y también dramáticas, con exaltación de los sentimientos.
Algunas de sus obras fueron la Representación de la María Magdalena, San Francisco de Asís y Ecce Hommo.
Otros artistas de la Escultura Barroca en España
Dentro de los escultores cortesanos hay que citar a Manuel de Pereira, con su obra San Bruno.
Juan de Bolonia realiza el retrato ecuestre en bronce de Felipe III. De la Plaza Mayor de Madrid.
El italiano Pietro Tacca realizó también el retrato ecuestre de Felipe IV que se encuentra en la Plaza de Oriente de Madrid. Tacca esculpió el caballo en corbeta y sostenido con las patas traseras y la cola.
Por su parte Francisco Salzillo fue un escultor de la Escuela de Murcia que realizó su obra durante la primera mitad del siglo XVIII. Trajo a España la moda de los belenes, de los pesebres de Nápoles. Su escultura tiende a la dulzura y elegancia con predominio de los colores pastel. Se considera a Salzillo como la transición entre el barroco y el rococó.
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